jueves, 26 de marzo de 2009

Cinco horas con Mario, de Miguel Delibes


Cinco horas con Mario es una novela de Miguel Delibes , cuya adaptación al teatro fue representada por Lola Herrera . Según creo, estuvo en cartelera mucho tiempo, con verdadero éxito de taquilla. Mi afición por esta actriz fue lo que me llevó a decidirme por él, un día en que me quedé sin un libro de lectura a mano.
No puedo decir lo mismo de su autor, del que , incluso, ignoraba que esta obra fuese suya. Hasta ahora , 1999, no había leído nada de Delibes.
Se trata de un extenso monólogo de la viuda de Mario,  a modo de diálogo  de ésta con el difunto, aun de cuerpo presente, en la noche última de su velatorio.

Enseguida te das cuenta que Delibes aprovechó esta obra para plasmar su crítica, una crítica suave, desenfada, contra aquella clase media urbana de los años 60, que vivió la Guerra Civil en aquella edad temprana de la adolescencia- primera juventud y de la habilidad acomodaticia de la mayoría de ellos al régimen franquista, de su cristianismo mal entendido, más pendiente de la forma y del rito que de su transcendencia.

Por los constantes reproches de Carmenchu, la viuda, percibes que el bueno de Mario fue una excepción, una ave rara, tanto en relación a su entorno de amistades, como en su trabajo y, desde luego, en su casa. Fue un incomprendido, persona franca , de profundas convicciones cristianas y elevado idealismo, luchador por la igualdad y justicia social; el cual, a cambio, sólo recogió  rechazos, fracasos y frustraciones, es decir, angustias y depresión. Todo esto se trasluce de los diálogos de Carmen con su marido, en un tono coloquial y llano, podríamos decir castizo, para al final, dejarnos con una dolorosa y “dudosa” certeza.



¡Muy bueno! Me habría gustado mucho ver a Lola Herrera en este papel. 24 de octubre de 1999

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