martes, 21 de abril de 2009

Cien años de soledad, de Gabriel García Marquez

Es una segunda lectura. La primera fue hace más de veinticinco años. Conservaba un buen recuerdo, pero ahora he disfrutado más,  y aún mayor es mi admiración hacia su autor, García Marquez, con algunas de cuyas posiciones ideológicas  no sintonizo, como, por ejemplo, seguir apoyando y congraciándose con la dictadura de los Castro en Cuba. Pero, volviendo a la novela, decía que esta segunda lectura me entusiasmó más que  la primera; y lo atribuyo a una mejor  comprensión(entendimiento) tanto de los personajes como de sus acciones  y  actitudes, debido a mis ya muchos años de vida. Tras esta nueva lectura de la novela, comprendí que era indiferente que se tratara de un José Arcadio o de un José Arcadio Segundo; y lo mismo, respecto a "los Aurelianos". Porque  en la saga de los Buendía, sólo tenemos que distinguir entre dos prototipos humanos, los encarnados respectivamente por García Marquez en "los José Arcadios" y en "los Aurelianos". Los primeros son seres de temperamento primario, en los que las  pasiones desenfrenadas los arrastran a todo tipo de excesos, incluso les pueden llevar a matar, y a los que  la locura, finalmente, toma posesión de sus mentes,  y les libera de sus angustias y pesares. Mientras "los Aurelianos", por el contrario,  son seres racionales y laboriosos, pero también secos y fríos. En la novela, estos caracteres son genéticos y se transmiten, curiosamente, según el nombre asignado al individuo.

Los personajes femeninos no tienen nada qué envidiar a los masculinos, en especial Úrsula, la matriarca del clan, y Amaranta, la tía solterona; pero sobre todo la primera. Sin olvidar a la "p... "Pilar Ternera, madre de los  hermanos Arcadio y Aureliano José y ascendiente, por tanto, de los Buendía. Esta mujer posee el don de adivinar el futuro, y sus sucesivos descendientes, desconocedores de su vínculo carnal, acuden a ella para tratar de resolver sus problemas de amores. Muere casi  al final de la novela, cuando sus bisnietos y tataranietos ya se han alzado como protagonistas del relato.

La riqueza y la variedad de las anécdotas junto a  la singularidad de los personajes, te seducen e impresionan, obligándote a leer el libro sin interrupción, consumiendo hojas y capítulos, con avidez.

De García Marquez he leído varias de sus obras, pero , a mi entender, ninguna como ésta. La otra de las por mí leídas que también me gustó algo fue “El general y su laberinto”, referida a la figura de Simón Bolívar, en sus últimos años, cuando muere en Santa Marta, en Colombia. 5 de julio de 1995


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20 de abril de 2014: La muerte del afamado escritor colombiano ha traído a mi memoria aquellos de sus libros que tuve oportunidad de leer. El primero de ellos fue "Cien años de soledad". Libro al que llegué luego de escuchar  en el entonces Colegio Mayor Nuestra Señora de Montserrat, en la Zona Universitaria de la Diagonal, la presentación de la novela por el ex presidente de la República Dominicana, Juan Bosch.(*) Sus palabras  me impresionaron e incitaron a la lectura de la obra. 

(*) Al buscar datos del para mí hasta entonces sólo un político dominicano, me entero que Juan Bosch está considerado como " uno de los escritores más preclaros de Latinoamérica destacándose en el cuento".


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6 de marzo de 2018: Google recuerda que tal día como hoy, 6 de marzo, de 1927 nació este universal escritor , Don Gabriel García Marquez , y me uno a la celebración.

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