viernes, 7 de agosto de 2009

El difunto Matías Pascal, de Luigi Pirandello

Pirandello fue galardonado con el Nobel de Literatura de 1934.
La versión leída pertenece a la colección de bolsillo editada por RTVE-Salvat.
La novela está escrita en primera persona; en ella se relata la existencia de un mismo individuo bajo dos personalidades diferentes: Matías Pascal y Adriano Celi. La trama se desarrolla a principios del siglo XX.
La problemática planteada es, a mi entender, realmente paradójica. Cuando el protagonista “muere” la primera vez, el cúmulo de desgracias por las que atravesaba son tales que se comprende no saque a los demás del error en cuanto a su muerte y decida aprovechar la coyuntura para adoptar una nueva identidad, incluso física, afeitando la sempiterna barba, dejarse crecer los cabellos en una melena, por otra parte bastante excéntrica, y, en fin, impedir se le identifique con su verdadero YO.

La paradoja se da cuando enamorado de la joven Adriana, transcurridos unos dos años del cambio de identidad, se ve acosado nuevamente por graves angustias. Esta vez, sin embargo, porque no tiene pasado, no tiene a nadie. Debe prescindir del futuro porque no hay un pasado acreditado. Esta situación, diametralmente diferente a la anterior, la soluciona con idéntica salida, es decir, hacer que Adrián Celi se suicide y, de esta manera, recuperar su YO.

El contraste aumenta cuando el protagonista decidido a arrostrar con mujer, suegra, deudas, etc., regresando a su pasado con tal de recuperar su real y única identidad, lo único que recuperó fue su puesto en la biblioteca, aunque ni siquiera como titular. 31 de agosto de 1995

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