Este libro es, en
realidad, una extensa carta escrita por Oscar Wilde, a lo largo de los dos años que estuvo en la prisión de "Reading", dirigida a su amante, el joven Alfred
Douglas. En la introducción del
libro se indica cómo Wilde hubo de pedir cada hoja nueva, las cuales, una vez
escritas, quedaban en poder del director del centro penitenciario. El título y
también creo que la decisión de publicarla, ya muerto su autor, fue cuestión de
su editor y amigo Robert Baldwin Ross.
El contenido de esta misiva podría, según
creo, dividirse en tres apartados. El primero, y desde luego el más extenso es
el dedicado por su autor a explicarle, que no reprocharle, a Alfred Douglas, su
comportamiento egoísta y sumamente aprovechado, que, desde el primer momento, fue
el común denominador de sus relaciones. En este punto me resultó raro, chocante,
que siendo Wilde consciente, como se desprende que era, del temperamento
violento, egoísta y sobretodo poco sensible y nada espiritual de este sujeto,
que, al parecer, tenía a Wilde como proveedor seguro de fondos y para arremeter contra
su padre, se dejara arrastrar a tan deplorable final. Porque
Douglas utilizó a Wilde y le dejó olvidado cuando estimó no
podía “sacar” ya nada más de él.
En la segunda parte, ya cercana al final, es
cuando hace sus largas reflexiones sobre la figura de Jesucristo.
Y la tercera la dedica a la timorata e irresponsable actitud de la madre de Alfred Douglas.
Libro que te hace reflexionar. Lo tuvo casi todo, y lo perdió todo.¡Pobre Wilde! 17 de enero de 2001
-----------
Años más tarde volvía leer este libro. Y entonces dediqué cinco entradas a comentarlo. Aquí las detallo:
http://silvialeyendo.blogspot.com/2008/03/de-profundis-por-oscar-wilde-julio-2006.html
http://silvialeyendo.blogspot.com/2008/03/de-profundis-y-fin.html
-----------
Años más tarde volvía leer este libro. Y entonces dediqué cinco entradas a comentarlo. Aquí las detallo:
http://silvialeyendo.blogspot.com/2008/03/de-profundis-por-oscar-wilde-julio-2006.html
http://silvialeyendo.blogspot.com/2008/03/de-profundis-y-fin.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario