Los miserables, Colección Millenium, las 100 joyas del milenio, publicada por El Mundo, Unidad Editorial, 1999. Título original:Les Miserables, traducción de Aurora Alemany, prólogo de Juana Salabert. Volúmenes I y II
¡Qué larga novela !Dos tomos de letra pequeña, más de mil doscientas páginas y numerosas notas aclaratorias; cuya lectura considero imprescindible para una mejor comprensión de los hechos y personajes descritos. En fin, que, independientemente del contenido de esta obra, impresionan la fecundidad y los amplios conocimientos del autor, especialmente los históricos y más concretamente los concernientes a su patria, Francia. Muchas son las cosas positivas que su lectura me brindó. Entre ellas caben destacar haber leído una obra del romanticismo tan universal como su autor, del cual constituye un buen ejemplo. Así como el conocimiento que puedes alcanzar de una época histórica de importancia capital como fue la caída del imperio napoleónico tras la batalla de Waterloo, y la Restauración monárquica en Francia.
En esta extensa obra, Víctor Hugo habla de casi todo; muestra un conocimiento enciclopédico. Debió ser persona inquieta, singular, comprometida con su tiempo y estar muy concienciada hacia los temas sociales con ánimo reivindicativo. En todos sus personajes, aunque con mayor hincapié en los masculinos – esto es menester subrayarlo – observé que las causas u orígenes de sus comportamientos los atribuye según la pertenencia a un determinado estamento social y época. Así, Jean Valjean, paupérrimo campesino de la zona del mediodía francés,podador como su padre, se ve abocado al robo de una barra de pan para dar de comer a los hijos de su hermana, una pobre viuda. Este fue el primer “crimen”, cometido por Jean Valjean; que le llevó a presidio, donde permaneció cerca de veinte años. 11 de noviembre de 2000
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