martes, 28 de abril de 2009

El Señor de las Moscas, de William Golding


Cuando escribí el comentario acerca de este libro, “El Señor de las Moscas”, recordaba que fue su experiencia como maestro lo que le llevó al autor, William Golding, a la creación de esta novela.


Los protagonistas son un grupo de niños bien; alumnos de un colegio que viajaban en un avión que se estrella sobre una isla; de cuyo desastre sólo sobreviven los muchachos. Los hay pequeños, menos pequeños y adolescentes. Para asombro del lector, en aquella improvisada sociedad infantil, de modo espontáneo, surgen los prototipos corrientes en cualquier grupo humano de adultos: el líder , o más bien líderes, que lucharán entre ellos por tener la supremacía sobre el colectivo; ambos acompañados por sus respectivas camarillas, sus “fieles”. Es decir, de los afines a sus ideas y modos; y, finalmente, la masa.


Los conflictos y las reacciones de estos muchachos son, desgraciadamente, las usuales en cualquier colectivo de adultos. Y, del mismo modo, las aspiraciones e intereses personales de sus líderes están por encima del bien común. El cual, como en la realidad de los adultos, es utilizado como una pantalla. La lucha por el poder es cruel, encarnizada, sin ningún tipo de prejuicio.


Con esta lectura sufres, pues te queda una sensación de asco ante la triste condición de nuestra vil humana naturaleza. 29 de octubre de 2001.
________
28 abril 2009
Leo que hay películas basadas en este libro. También he sabido que fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura, en 1983

No hay comentarios:

Publicar un comentario